La Ruta del Gran Puente

La historia del puente también es la historia de la grandeza y la destrucción de Jerusalén en su totalidad. El acueducto sobre el puente es una maravilla de ingeniería. Para llevar el agua de los estanques de Salomón en Belén, los hasmoneos construyeron un canal de unos 23 kilómetros de largo que pasa por el Palacio del Gobernador, Mishkenot Sha’ananim y el barrio judío. Esta maravilla de ingeniería, creada con tecnología avanzada para su época, es un testimonio de la grandeza de Jerusalén. Este acueducto fue uno de los principales suministros de agua para Jerusalén durante casi 2,000 años hasta la época del Mandato Británico.

La destrucción de Jerusalén puede verse a través de la destrucción del puente, que ocurrió dos veces en la historia. La primera vez fue cuando los mismos hasmoneos lo destruyeron. La esposa de Juan Hircano destruyó el puente durante su lucha. La segunda destrucción del puente ocurrió durante la destrucción del Segundo Templo. La destrucción del puente es la destrucción de Jerusalén en general, la destrucción del Templo y el exilio. Desde la destrucción del Templo, el puente nunca fue restaurado.

Estructura majestuosa

Una estructura majestuosa de la época del Segundo Templo que se ha conservado de manera excelente fue descubierta en las nuevas excavaciones en los Túneles del Muro Occidental.

Debajo del puente, que en tiempos del Segundo Templo llevaba agua al Templo, se descubrió una estructura pública majestuosa, adornada con muchos y impresionantes elementos arquitectónicos, así como una de las más grandes piscinas de purificación encontradas en la región. El uso de esta habitación sigue siendo un misterio.

Se estima que esta estructura fue construida por los judíos que vivían en Jerusalén alrededor del año 30 d.C., unos 40 años antes de la destrucción del Segundo Templo. La habitación se construyó en la base del gran puente que se extendía desde la zona residencial en la colina occidental hasta el Templo. El nivel de la estructura está ubicado al pie del Monte del Templo, cerca de la calle principal. Esta calle estaba llena de tiendas fuera de las puertas del Templo, y los peregrinos pasaban por ella antes de subir al Monte del Templo.

Esta estructura ha conservado muchos elementos que caracterizan la arquitectura majestuosa de la época del Segundo Templo.

Varios años antes de la destrucción, la estructura sufrió algunos cambios. El gran espacio de la habitación fue dividido en áreas más pequeñas, y el puente encima fue ampliado. Como resultado de esta expansión, los arcos del puente se apoyaron en las paredes de la estructura. En una de las nuevas habitaciones, se construyó una de las piscinas de purificación más grandes encontradas en Jerusalén de esta época.

A pesar de la belleza y grandeza de la habitación, después de la destrucción, la estructura fue parcialmente destruida, y sobre sus ruinas los romanos construyeron un gran y lujoso baño. El baño romano, que simboliza el lujo, contrasta completamente con la piscina de purificación que formaba parte de la estructura hasta ese momento, simbolizando el trabajo sagrado del Templo. El muro del baño corta la estructura de la época del Segundo Templo, dejando dos espacios y un pasillo estrecho entre ellos.

El Salón de las Épocas

Adjunto a la estructura majestuosa, simboliza la conexión constante del pueblo de Israel con Jerusalén. A pesar de los altibajos del tiempo, no hubo nada que separara al pueblo de Israel de su eterna capital. En un solo espacio, encontramos artefactos de casi todas las épocas de Jerusalén. Los artefactos más antiguos en la habitación son fragmentos de cerámica datados en el siglo X a.C. – en los tiempos de David y Salomón. Un poco más reciente, un piso de los tiempos de Ezequías, rey de Judá, en la época del Primer Templo. También se encuentran artefactos del período hasmoneo, un muro de la época del Segundo Templo, arcos de épocas posteriores – musulmana temprana, cruzada y mameluca.

Piscinas de purificación

Junto a la estructura majestuosa se encontraron varias piscinas de purificación de la época del Segundo Templo. Por esta razón, la zona se llama “la planta de las piscinas”. Durante los trabajos de conservación, se realizaron perforaciones en la pared norte de la piscina, y como resultado se descubrió una fuente milagrosa. El agua fluye desde allí y llena el espacio de la piscina durante todo el año. Pero un milagro aún mayor es que el sistema de drenaje de la piscina, que tiene más de 2,000 años, aún funciona, permitiendo que el agua fluya sin interrupciones desde la fuente nueva hacia el interior de la tierra.

Arco de Wilson

El Arco de Wilson, el último arco en la base del gran puente, se usa hoy como área de oración cubierta en la plaza del Muro Occidental. El arco fue descubierto en 1867, pero se habilitó para oraciones solo después de la Guerra de los Seis Días. El rabino Gatz describió en su diario cómo el proceso de remoción de tierra se realizó mediante una película de movimiento, realizada por personas y no por tractores, que podrían haber dañado el pavimento.

Una de las sorpresas más grandes de las excavaciones fue el descubrimiento de una estructura parecida a un teatro debajo del arco. Este teatro puede albergar a más de 200 personas y probablemente se utilizaba para actuaciones limitadas (odeón), o para reuniones de los líderes del pueblo para tomar decisiones (buleuterio). La construcción de este teatro nunca se completó, por lo que algunos investigadores creen que nunca fue utilizado en la práctica. Otros creen que la construcción se detuvo debido al estallido de la rebelión de Bar Kojba.

Las excavaciones continuas en los sitios de los Túneles del Muro Occidental, situados en la base del Muro Occidental, están revelando más sobre la historia de Jerusalén y la conexión de todas las generaciones con la ciudad capital. Gracias a la información revelada por las excavaciones en el sitio, estamos logrando contar los fragmentos faltantes de la historia de la ciudad, el centro del mundo.

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