El 26 de mayo de 2014, el Papa Francisco visitó Jerusalén. Durante su visita oficial, llegó al Muro Occidental, donde, como es costumbre, colocó una nota entre las piedras del Muro.
En esta ceremonia, el Rabino del Muro Occidental y los Lugares Sagrados, el Rabino Shmuel Rabinowitz shlit”a, le dijo:
“Durante dos mil años sufrimos desprecio y dolor, pero todos los días oramos: ‘El próximo año en Jerusalén’. Fuimos merecedores de un gran milagro, de regresar tras el exilio y el terrible Holocausto… Incluso en los años más difíciles seguimos creyendo. Durante demasiados años la fe fue causa de división y dolor. Desde aquí, desde este lugar sagrado, me dirijo a los creyentes de todas las religiones: combatamos el odio y el antisemitismo que sigue creciendo. Elevemos juntos una plegaria por la paz.”
Al finalizar la visita, el Papa Francisco escribió de su puño y letra en el libro de visitas del Muro:
“Qué alegría cuando me dijeron: vayamos a la Casa del Señor, nuestros pies pisan el suelo de Jerusalén – ‘Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, oh Jerusalén…’. La visita brinda una sensación de gozo. Estoy conmovido y doy gracias a mis hermanos mayores. Vine aquí a orar y pedí a Dios que conceda la paz y que haya bondad en la paz – ‘Forjarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces’ (Isaías).”