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Repasemos r‡pidamente una idea que est‡ escrita en la Tor‡, y de la cual las leyes relacionadas con la comida casher provienen. As’ es como la Tor‡ resume estas halajot:
Puesto que Yo soy el Eterno, D-os de ustedes, santif’quense y ser‡n santos, ya que Yo soy santo. Y no deber‡n contaminar sus almas a travs de cualquier criatura rastrera que repta sobre la tierra. Pues Yo soy el Eterno, que los hace subir de la tierra de Egipto para ser D-os para ustedes; santos ser‡n, pues santo soy Yo.
(Vaikr‡ 11:44-45)
La raz—n dada en estos vers’culos podr’a ser re-escrita del siguiente modo: al ser que D-os sac— al pueblo jud’o de Egipto, ƒl se convirti— en “su” D-os. Y, como ƒl es santo, tambin ellos deben ser santos. Y esa santidad se alcanza comiendo casher.
Debemos comprender cu‡l es el significado detr‡s de esto. D-os cre— la humanidad entera. Por lo tanto, ƒl “ya” es el D-os de todo el Universo y de todos los hombres. Entonces, ?Qu significa que “ahora” ƒl es “nuestro” D-os?
Este tema surge en muchos lugares de la Tor‡, en donde se menciona el trmino “D-os de Israel”. Nuevamente, aparece la pregunta: ?de qu modo ƒl es “nuestro”? En el rezo decimos “D-os de Abraham, D-os de Itzjak, y D-os de Yaacov”. Otra vez, aparece el dilema: ?ƒl es s—lo “nuestro”?
El primer lugar en la Tor‡ en donde aparece mencionada la idea de “D-os de alguien” es en el libro de Bereshit, cuando D-os hizo un pacto con Abraham Avinu, y estableci— las obligaciones para los dos lados: las Suyas y las de nuestro patriarca.
Establecer Mi pacto entro Yo y t, y entre tu descendencia despus de ti a travs de sus generaciones como pacto perpetuo, para ser D-os para ti y para tu descendencia despus de ti. Y a ti y a tu descendencia despus de ti entregar la tierra de tus peregrinaciones -toda la tierra de Cna‡n- en posesi—n perpetua; y Yo ser D-os para ellos.
(Bereshit 17 7-8)
En estos vers’culos leemos acerca de la promesa Divina, y en verdad respecto de Sus obligaciones para con Abraham y sus descendientes, es decir, nosotros. Hashem ser‡ “D-os para nosotros” y nos entregar‡ la tierra de Israel.
El famoso comentarista de la Tor‡ Rash’ define a estas obligaciones como “el pacto de amor y el acuerdo de la tierra”. Es decir, reconoce que el trmino “D-os de ֹ” es un mensaje de amor. Al definirlo de este modo, nos entrega una manera para intentar comprender la profundidad en las halajot de cashrut.
La aceptada explicaci—n del nombre “D-os” es “el que tiene todas las posibilidades y todo el poder de hacer todo”. Esta expresi—n demuestra fuerza y control absoluto de la realidad. De acuerdo con la explicaci—n de Rashi, de que es un mensaje de amor, podemos decir que cuando D-os promete ser “el D-os de Abraham”, El est‡ en verdad prometiendo volcar Su control de la realidad del mundo en favor de nuestro patriarca. En otras palabras, ƒl le promete a Abraham, en nombre de Su amor por l, una especial supervisi—n y protecci—n.
Ahora podemos volver a las razones por las cuales las halajot de cashrut fueron dadas, y expandir esta misma idea. Al ser que D-os sac— al pueblo jud’o de Egipto, y por lo tanto expres— Su amor, providencia y protecci—n a ellos, El se convirti— en “su” D-os. Es decir, ƒl es el que est‡ interesado en este amor, y quiere que sea eterno.
Pero D-os tiene principios. D-os es santo. ƒl tiene ciertos objetivos, como dijo el profeta Irmiahu, “porque Yo soy el Se–or, Que ejerce bondad, justicia y rectitud en la tierra, porque en ellas Me deleito”. Cualquiera que est interesado en tener una relaci—n con D-os, debe tambin ser santo, plantearse un objetivo, y vivir una vida de pureza. Es por esto que el pueblo de Israel fue exigido de restringirse de comer ciertos alimentos. Esta prohibici—n dada a travs de la cashrut, nos entrega un camino, una direcci—n. No podemos vivir sin consideraciones, sin prestar atenci—n constantemente.
Al cuidar el cashrut, nos transformamos en santos, y as’ ameritamos el santo amor Di-vino y Su protecci—n. Y as’ como el Mishk‡n simbolizaba la santidad, esta perash‡ fue escrita con los t—picos relacionados con lo santo.